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"Lorem ipsum" es un texto de marcador deposición ampliamente utilizado en diseño gráfico, tipografía, publicidad y desarrollo web. No se usa como contenido real, sino como un relleno visual temporal. Su objetivo es simular el aspecto del texto real sin distraer al lector con el contenido. Dejando de lado que, aunque parezca latín, en realidad está modificado y no tiene un significado coherente, esta campaña pone de manifiesto uno de los errores más comunes, llamativos y auténtico pánico de cualquier diseñador y ejecutivo de cuentas.
Por supuesto la campaña en cuestión resultó ser un error deliberado, una llamada de atención. En un contexto en el que los consumidores somos bombardeados por impactos publicitarios perfectos, correctos, redondos bien pulidos… ideados por inteligencias (artificiales o no) que utilizan los mismos patrones, mensajes cada vez más homogéneos, para comunicarse con nosotros. La campaña lanza una pregunta al aire, ¿en 2025 una marca que quiera ser auténtica y conectar con los humanos debería ser un poco más “imperfecta”? Al fin y al cabo “errare humanum est”, lo que nos lleva de vuelta al uso del latín en la publicidad.
No hace falta ser un friki de la comunicación o de la Historia para imaginar que el primer mensaje publicitario ocurrió en la antigua Roma y, evidentemente, se escribió en latín. Asenio, un fabricante de lámparas de aceite del siglo II de la provincia romana de Mauritania Caesarensis (al norte de África) tuvo la brillante idea de grabar en sus lámparas algo así como «las mejores lámparas labradas por Asenio«. Y no le debió de ir nada mal, porque se han encontrado lámparas de Asenio en varios puntos del Imperio romano.
Se me ocurren varias buenas razones para elegir el latín o griego para tu nombre de marca. El prestigio, el carácter atemporal y universal de lo clásico. El consumidor no asociará el nombre a un territorio determinado, evitando antipatías y patriotismos. Además, son lenguas eufónicas, suenan bonito, con vocablos breves que se retienen bien, pero con mucho significado semántico.
Como en todo hay ejemplos buenos y no tan buenos: de pequeño siempre me llamó la atención AJAX (“pino” o “de Ámsterdam”) hasta que me tocó leer la Ilíada y por supuesto todos conocemos NIKE o KAPPA, pero hay bastantes más, ¿sabías que la marca ASICS es un acrónimo de la frase latina “AnimaSana In Corpore Sano” atribuida a Juvenal. FESTINA en relojes, pinturas TITÁN o AUDI (“escucha”), VOLVO, PEGASO, PRIUS en el sector del motor. Y en el sector de seguros de salud tenemos SANITAS, aunque los profesores de latín rechinen los dientes cada vez que alguien lo llama SANÍTAS.